12 septiembre 2016

Javier Cercas, La velocidad de la luz. Un tanto recurrente


Tengo una sensación ambigua al terminar de leer este libro. Por un lado, reconozco el buen escribir del autor; pero por el otro, me parecieron reiterados algunos recursos y un poco extraño el lugar y el tema elegido donde se desarrolla gran parte de la historia.
El anterior y primer libro que leí de Javier Cercas fue Soldados de Salamina (http://fernandolojo.blogspot.com.ar/2013/10/dos-caras-de-la-guerra-civil-espanola.html). Me lo recordaba mejor de lo que publiqué en su momento. Por eso, entre otras cosas, es que hago este blog: la memoria juega su propio juego con los libros que voy leyendo. La velocidad de la luz lo escribió después de este. Y me cuesta concebir que utilice dos veces seguidas el recurso del escritor escribiendo su libro. Es mucho, me parece un tanto descortés de su parte. La voz del autor otra vez es parte de la historia, al punto que habla de su libro anterior que acabo de mencionar (el de Salamina). El libro que habla del libro que escribía en el otro libro. Está claro que narrador y autor no son los mismos. Vuelve a jugar con esa confusión, algunas cosas le pasaron a Cercas y otras pertenecen a la ficción. Ahora, a su favor: tiene mucho oficio; en la descripción, el crecimiento de los personajes y el entramado.

La historia es la de un joven escritor sin mucho que hacer en Catalunya que se va a una universidad del medio oeste americano para impartir unos cursos de español. Allí conoce a un ex combatiente de Vietnam que seguirá siendo parte importante de sus recuerdos mientras conoce el éxito y los duros golpes de la vida. El proceso de escritura vuelve a decir presente a lo largo de todo el libro.

También cuesta un poco que un español elija como personaje central a un ex combatiente de Vietnam; con todo lo que eso implica: psicología social del lugar, hablar algo de política exterior, describir cómo se piensa en un imperio deteriorado y situarse en esos pueblos tan cercanos a los americanos y tan lejanos al resto de los vivientes que no conocen esos parajes. Es como que un ecuatoriano, o filipino o lo que sea elija a la Guerra de Malvinas como eje de una novela. Difícil. Y mientras escribo esto pienso: Cercas nos habla de una guerra otra vez, antes fue la guerra civil española y ahora es Vietnam.

Me gusta como escribe Cercas, pero este cruce entre ficción y realidad me parece un poco trillado. Ahora todo el mundo habla de su última novela: El impostor, que es no ficción. Y vamos a darle la oportunidad que se merece. Pero dentro de un rato.
Veremos.

La velocidad de la luz
Javier Cercas (1962)
Tusquets Editores